martes, 1 de julio de 2003


La gente corría de un lado a otro, como si un éter flotara en el aire y les hubiera hecho delirar, sólo pensaban en crear, crear compulsivamente. No importaba nada, su mente no dejaba de funcionar. El arte les sugestionaba les producía, diría yo, hasta placer. Para ellos un minuto suponía una vida, parecía que fueran a morir jóvenes.

No hay comentarios: