lunes, 23 de junio de 2003

El arte se mueve. El poema es fricción. Movimiento de lugares, de aristas, de espectadores y de obras. Las obras se tocan y se dejan ver, los lugares de paso de un nivel son perceptibles desde el nivel superior, y así sucesivamente. Las obras se apilan y el resultado busca la transparencia. La no aceptación de las borraduras y de las inexplicables desapariciones en cualquier momento y lugar por todo el mundo.

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